jueves, 14 de junio de 2007

Norte-Sur


Del mismo modo que todo musulmán debe visitar alguna vez en su vida La Meca, cada persona debería regresar al menos en una ocación al lugar donde nació. Yo nací en La Paz. Y aquí estoy, en una ciudad que poquito tiene que ver con su nombre porque se respira de todo menos paz. Y lo de respirar es literal porque caminando por la calle hay todo tipo de olores y poluciones que ingresar por las fosas nasales. Esta ciudad es un hormiguero entre montañas, un hormiguero sucio, feo, donde cada hormiga te mira como si fueras un bicho raro, o un turista al que sacar todo el dinero posible sea del modo que sea.

En cuanto al tema de los nombres de las ciudades, hay algunas que sólo por sus apelativos biensonantes merecen ser visitadas, casos como los de Cochabamba y Copacabana. No sé, alguien te dice: "Estoy en Cochabamba, joder cómo mola" y tú vas y te lo crees. Pues Cochabamba mola. Tiene el cristo redentor más alto del mundo, una buena vida nocturna y un clima caluroso que bien fue de agaradecer después del frío del altiplano. Eso sí, aunque huele más a pasta que el resto de Bolivia que he visitado hay que andarse con bien cuidado. Gilulio, uno de los italianos con los que estuve en Cochabamba, fue asaltado a mano armada en frente del hostel al volverse antes que el resto.

Copacabana también suena bien. Más bien suena a playa de Río de Janeiro, pero también es un lugar bohemio mucho más frío por la noche situado a orillas del Titicaca, que no es una menda de los 80 hecha mierda, sino uno de los lagos situados a más altura del mundo, 3800 metros. Titicaca también suena bien, o al menos, queda bien decir "tío, te mando saludos desde el lago Titicaca". Y la Isla del Sol, el lugar donde aparecieron los primeros incas, una isla sagrada.

En el mundo occidental el sur siempre es más pobre y el norte es más rico. Así sucede en España, en Europa y en el hemisferio norte con el hermisferio sur. Pero en el hemisferio sur las cosas son al revés. Tanto en Argentina como en Brasil el norte es pobre y el sur es más rico. Bien, pues en Bolivia es al revés del revés. El sur es pobre, muy pobre, tan pobre que no tiene carreteras asfaltadas para trayectos entre ciudades grandes. En el norte, aunque no están mucho mejor, hay ciudades como Cochabamba y Santa Cruz. Ojo, no he ido a Santa Cruz y eso que al parecer dicen que allí hay chicas bonitas.

Todas las misses bolivianas son cambas o santacruceñas y son odiadas por los colias o paceños. Quizá porque son más guapos. O porque tienen más plata. O porque allí hace buen tiempo todo el año y no el frío que se te mete por los huesos del altiplano.

Los bolvianos se manifiestan con banderas y recogen firmas para evitar el veto de la FIFA al fútbol en altura, en lugar de manifestarse porque asfalten las carreteras y eviten así el alto número de accidentes de autobús del país. Eso, cuando los conductores no van mamados.

Evo Morales ha promovido el aprendizaje y la permanencia de dos idiomas indígenas, el quechua y el aymara. El 21 de junio se produce en lugares como la Isla del Sol, Copacabana o Tihuanacu, le celebración del año nuevo Aymara. En fin, me lo voy a perder. Mañana paso a Chile y empiezo a bajar hasta Santiago.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial....el relato me ha trasladado a cuando yo estuve.Como hacía días que no escribía,no pude comentar en su momento que lo del Salar a mi me encantó.
Sigue disfrutando...
Un beso
Archie

Anónimo dijo...

Caminante son tus huellas
El camino nada más;
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Gatokiller dijo...

Tú naciste en La Paz... yo en la calle Luis Montoto...

No dejes de visitar las sierras de los Comechingones!!!!

laesti dijo...

¿Comechingones? ¿Eso es algo así como el Chupacabra?
Luis, el próximo post que sea escrito en quechua!!!