jueves, 19 de abril de 2007

Kilómetros, kilómetros, kilómetros




Y sólo es el principio. Chile, un país mucho más caro que Argentina, pero quizá un tanto más caótico. Horas y horas en un autobús. Largas esperas para cruzar la frontera a ritmo de reggaeton. Colas para tomar un ferry y cruzar el estrecho de Magallanes. Muchas horas, minutos, segundos... mucho tiempo para pensar. "Uno se acuerda de la vieja, de la "novia", del primer amor, uno se acuerda de todo". Estoy es como una frase de Fontanarrosa pero al revés. Por cierto, en Argentina te tratan de vender a Fontanarrosa por todas partes, Águila.

Y entonces uno se acuerda también de una frase de Cortázar en Las armas secretas. Es algo así como... "Si los recuerdos se pudieran borrar como se tira un borrador de un artículo, como se rompe un papel o como se quema un libro...". Sí, si fuera tan fácil. Una modernización de la frase sería igual que se puede eliminar un correo electrónico o borrar un archivo de tu disco duro y no recuperarlo jamás. Pero en ese caso podría suceder que se dañara algún elemento de tu PC y tuvieras que formatearlo todo y perdieras también los buenos recuerdos. O que Google, es una utopía, quebrara, y se borraran todos tus emails. Esos que querías guardar para siempre. No, la memoria está bien como está, para los buenos y para los malos recuerdos. Y para esas interminable palizas en autobús también. Te sirve para echar de menos lo que merece la pena.

Dustin, Charlie y yo conseguimos ir al Parque Nacional Tierra del Fuego. Alquilamos un Ford Ka, junto con Esteban y Enzo, dos riojanos (de Argentina) a los que espero encontrar más adelante en Córdoba. La quietud, la tranquilidad, el silencio de unos montes nevados, te invitan a recorrer el camino inverso del estrés. Verdaderamente se siente uno en el fin del mundo continental. Sólo unas islas más allá y después, a mil kilómetros, la Antártida.

Atrás quedó el fin del mundo, Usahuia, y las cervezas con los gringos. En el hostel eramos sólo gringos, Charlie y yo. Tres Mikes de LA, un texano indio y un texano texano, como Bush (su primera vez fuera de Texas y se va al fin del mundo). Atrás quedó la nieve y por delante queda más nieve. Vamos a acampar durante cuatro o cinco días en el parque Nacional de Torres del Paine, en la Patagonia chilena. ¡Qué frío! Ya os contaré. ¡Pero las fotos son preciosas!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda que a quién se le ocurre ir a pasar frío a Argentina y Chile cuando aqui llega el buen tiempo y con lo bien que estarías tu al sol los domingos en la Latina.

Por no hablar de esa manía que te ha entrado últimamente de subir montañas para luego bajarlas. Desde luego cada vez te entiendo menos.

Mira a ver si puedes fichar por allí a un nuevo Messi para el Madrid, que andamos muy necesitados de algún futbolista que no solo sepa pinchar balones.

Cuídate Luigi Fogg y tómate un pisco a mi salud!!!!!!

Anónimo dijo...

Pero que bien escribís y que fotos más bonitas.

Yo he estado estos días por Tarifa y alrededores, realmente que bien se está lejos del estrés.Vigila que parece que la gente de Chile está preocupada por los seísmos y tsunamis.
Que te continúe yendo bonito
archie

Modigliani dijo...

Gracias, Archie... Por Tarifa tampoco se esta nada mal. Ahi es donde va la beautiful people, no?

Anónimo dijo...

Joder qué susto Luis, menos mal que has escrito. Salió una noticia de un terremoto en el sur de Chile con varios desaparecidos y llevabas varios días sin escribir. Si estás por esa zona ten mucho cuidado, mira la noticia.

http://www.abc.es/20070423/internacional-iberoamerica/chile-tiembla-ante-nuevo_200704232019.html

Anónimo dijo...

Eso Luis, ten cuidadín.

Aquí estamos con calor veraniego de ese que tanto te gusta. Yo ya estoy hasta los huevos de tanto calor.